Bebé Probeta

El 13 de enero de 1961, el biólogo italiano Daniele Petrucci logró, por primera vez, fecundar óvulos humanos en una probeta, esto marcaba el inicio de la compleja y esperanzadora fertilización in vitro. Veinticinco años más tarde empieza la historia de Carlinhos Saleiro.
El milagro de su vida se gestó en el tubo de ensayo. La ciencia logró que sus padres le entregaran el amor que habían guardado especialmente para él. Carlos es el primer bebé probeta en la historia de Portugal y es el primer futbolista concebido in vitro del que se tenga noción.
Cuando llegó al mundo, a la una y media de la tarde del 25 de febrero de 1986, el orgulloso papá hizo una promesa increíble. Juró que su hijo sería seguidor del Sporting de Lisboa y algún día se convertiría en futbolista profesional.
El pequeño Saleiro fue ofrendado al juego. Ingresó a la prestigiada academia del club, en donde supo que tenía el don del gol. Anotó más de 300 antes de cumplir los 18 años. Fue seleccionado nacional en las categorías menores y logró generar una gran expectativa por su propia historia y sus facultades.

Carlos Miguel Mondim Saleiro es delantero, un año menor que Cristiano Ronaldo, y dicen que su juego se asemeja al de la estrella galáctica. Le gusta que le digan CS9 en referencia a su paisano, quien se formó en las mismas canchas que él. Mide un metro con 85 centímetros. Pertenece al Sporting, quien lo presta y lo recupera con frecuencia. Debutó en 2004 en la tercera división con el Club Deportivo Olivais e Moscavide. Apenas en el 2008 llegó a la Liga Portuguesa con el Setúbal, luego fue prestado al Académica, hasta que en 2009 cumplió la promesa del padre. Desde entonces es uno de los míticos Leones. Hace unos meses se tiró una tijera que muestra su potencial.
El fue el primer bebé probeta de Portugal y así será recordado siempre. Las primeras líneas del argumento de su vida las dictó su padre y el trató de interpretarlas convirtiéndose en futbolista. Ha jugado sus primeros 150 partidos como profesional y suma tres decenas de goles. El tiempo ha ido pasando con sus dificultades y Carlinhos ahí está. Luchando por mantener su destino.
Ya alcanzó el cuarto de siglo en este mundo y aunque sin duda, él es como cualquier otro ser humano, su historia nos invita a emocionarnos con esos milagros que la ciencia y la propia naturaleza son capaces de regalarle a un mundo que debe volver a creer en los planes, en los sueños y en un futuro que siempre deberá ser mejor, siempre y cuando se disfrute cada instante del presente.

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