El fantasma de Pelé y otros peces

Del porto de Santos, el puerto marítimo más grande de Latinoamérica, Brasil le comparte al mundo la mayor parte de su producción de café, de naranjas, de plátanos y algodón. Los buques también zarpan cargados de acero, de petróleo, de automóviles. Entre compras y ventas, este fondeadero genera 95 mil millones de dólares. De ese mismo puerto procede la leyenda de los "peixes" (peces en portugués) y sus once mil goles, mil de estos anotados por Pelé.

En este lugar paradisiaco, ubicado en la primera línea de playa que tiene el estado de Sao Paulo, cuenta el relato, Charles Miller volvió de Inglaterra, en 1894, con dos balones bajo sus brazos y desde entonces el futbol se convirtió en magia cuando los brasileños lo jugaron por primera vez, un 14 de abril de 1895, en un llano de Sao Paulo.

Diecisiete años después, también un 14 de abril, Raimundo Marques, Mario Ferraz de Campos y Argemiro de Souza Júnior, tres futbolistas del Club Americano que se habían quedado sin equipo, fundaron su propio club de futbol y le llamaron Santos. Como una casualidad, ese mismo día se hundió el Titanic cuando un iceberg le hizo una incisión letal en lo que acabó siendo su primer y último viaje.

El Santos es un equipo que representa a una ciudad con medio millón de habitantes pero que está en la mente de todos los fanáticos del mundo porque ahí jugó el rey del futbol durante 18 años. Pero antes de Pelé hubo otros héroes y un plan muy particular que los ha llevado a disputar más de cinco mil quinientos partidos y a anotar cerca de once mil setecientos goles. El primero de estos tantos fue anotado por Arnaldo Silvera, el 15 de septiembre de 1912 en contra del Santos Athletic Club, vecino extinto de los albinegros.

En los albores de esta historia hay otro goleador que dejó su huella. Ary Patusca jugó con el equipo de 1915 a 1923. Marcó 103 goles en 85 partidos y antes de pertenecer al Santos jugó con el Inter de Milán y se había convertido en el primer brasileño destacado en el futbol de Europa.

Para la década de los veintes, el equipo de los peces, como ya les llamaban, optó por hacer cantera y trazaron una estrategia en donde los goles medían la efectividad del plan. El hermano menor de Ary Patusca, conocido como Araken, comandó la mítica “delantera de los cien goles” que en 1927 estuvo a punto de darle al Santos su primer título paulista, sin embargo en el último partido contra el Palestra Italiano, hoy conocido como Palmeiras, cayeron tres a dos y quedaron en segundo lugar.

Antes de que el Santos descubriera a Pelé, las vitrinas del club guardaban sólo tres copas. O Rei debutó el 7 de septiembre de 1956 y con este niño que cumpliría 16 años en octubre se escribió la más afortunada de todas las páginas en Vila Belmiro. Diez campeonatos Paulistas. Cinco campeonatos brasileños, cinco torneos Río Sao-Paulo, dos copas libertadores y dos copas intercontinentales. Pelé anotó más de 600 goles con el Santos en torneos oficiales y la cuenta rebasa los mil si se suman los amistosos. El gol mil lo anotó de penal, en Maracaná, contra Vasco da Gama, el 19 de noviembre de 1969.

Después de Pelé, que siempre jugó cobijado por el talento de Gilmar, Lima, Zito, Mengálvio, Dorval, Coutinho, y Pepe, hubo un periodo largo de ausencias. El estadio se hizo viejo. Europa tentó a los directivos y los jóvenes emigraban sin dejar huella. Las vitrinas se empolvaron. Pero el mito mantenía el prestigio de un equipo que apostó por la minería futbolística, en donde encontrar diamantes requiere de paciencia y pulirlos exige de manos expertas que conviertan la piedra en una obra de arte.

Tuvieron que pasar dos décadas para que el Santos volviera a recuperar el estigma de campeón, y los jóvenes, antes de irse, tenían que cumplirle al club. Robinho, Giovanni y Diego volvieron a encarrilar el sueño, sin embargo el legado de Pelé aplastaba a todo aquel que fuera señalado como su sucesor.

 Apenas en el 2010, con otra generación de jóvenes talentos, los peces alcanzaron su campeonato paulista número dieciocho. Actualmente han renovado su imagen y buscan volver a ser un equipo preciosista. Para eso han volcado las esperanzas en un chico menudito, que no da un balón por perdido, llamado Neymar al que han fichado hasta el año 2015. Lo han comparado con Messi y con Maradona. Dicen que él es el futuro de un Santos que sabe que no podrá tener entre sus filas a otro Pelé, pero tal vez exista la posibilidad de algo que vuelva a romper el molde. Para ellos esta Copa Libertadores podría dar inicio con sus festejos centenarios y además podría darle los elementos para reinventarse, dejando su propia leyenda y a todos sus grandiosos fantasmas como parte gloriosa de su pasado.

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